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A baja temperatura: Refrigeración: mantener el producto a Tª entre 1 y 8ºC, para
reducir la velocidad de las transformaciones microbianas y químicas que ocurren
en el alimento. Congelación: Bajar
las temperaturas por debajo de los 0ºC, disminuyendo la actividad del agua al
formar esta cristales de hielo. Es el mejor método de conservación a largo
plazo y es mejor cuanto más rápida es la velocidad de congelación, debido a:
¿Qué es la deshidratación?
CONSERVACION
La conservación de los alimentos
La conservación implica el
mantenimiento de las cualidades nutritivas del alimento durante bastante
tiempo; a menudo meses e incluso años. Se desconoce cuándo se comenzó a
almacenar y conservar alimentos para poder ingerirlos sin que se estropearan.
Como se empiezan a conservar los
alimentos
La primera técnica desarrollada por
el hombre primitivo fue probablemente la desecación y la deshidratación. Otro
gran descubrimiento fue el de los efectos del calor (cocidos, asados..). El
calor deshidrata, pero tiene además otros efectos, tanto por el humo como por
las transformaciones que induce en los alimentos. La conservación por frío
también data de la prehistoria y se ha ido progresando hasta conseguir la
congelación gracias a las cámaras de refrigeración. Existen 2 técnicas
principales de conservación de los alimentos:
Conservación por calor.
Conservación por frío.
Existen otras técnicas como: la
liofilización, la deshidratación y la irradiación.
Prácticas utilizadas en la conservación
de los alimentos
a. Prevenir o retrasar la actividad
microbiana.
b. Prevenir o retardar la
descomposición de los alimentos destruyendo o inactivando sus enzimas, o
retardando las reacciones puramente químicas.
c. Prevenir las lesiones debidas a
insectos, roedores, causas mecánicas, etc.
Dependiendo de la naturaleza de los
métodos utilizados podemos distinguir 2 tipos:
Métodos físicos de conservación y
métodos químicos, los cuales serán explicados a continuación;
Métodos Físicos: los cuales usan la acción
de determinados factores externos (temperatura, presión, actividad del agua,
etc.) para aumentar la vida útil del alimento. Dentro de estos métodos podemos
diferenciar varios tipos:
Limpieza
mecánica: Para eliminar al alimento de las sustancias que lo contaminan y
pueden suponer un peligro para el consumidor y además disminuye la carga
microbiana. La limpieza mecánica puede hacerse mediante Filtración: consiste en eliminar los microbios al hacerlos pasar a
través de un filtro “impermeable” a ellos (en líquidos no densos). Desecación: Consiste en eliminar parte
del agua de un alimento dificultando sí la actividad de los microorganismos; Deshidratación convencional (evaporar el agua que contiene un alimento aplicando
calor). Liofilización ( evaporación
directa del hielo que contiene un alimento). Ahumado (deshidratación de productos sometidos al humo de un serrín
que arde sin llama). Salazón
(reducción del agua disponible al ligarla con solutos) Presión: Aumentar la presión osmótica, dificultando así la
actividad de los microorganismos (salmueras, mermeladas...).
Tratamientos
relacionados con la temperatura:
-
La acción de las enzimas y el desarrollo bacteriano se ve interrumpido con
mayor rapidez.
-
Los alimentos rápidamente congelados guardan características más similares a su
estado original. Son métodos importantes en la conservación de los alimentos
por su efecto destructor de enzimas, microorganismos patógenos e insectos,
aunque también producen efectos no deseados en el alimento, que aumentan cuanto
mayor es la Temperatura.
A alta temperatura: Escaldado: Breve cocción a la que se someten los alimentos
vegetales que posteriormente se deshidratarán o congelarán. Pasteurización: Tratamiento térmico
relativamente suave, con Tª por debajo de 100ºC. Se usa para prolongar la vida
útil del alimento varios días, o semanas, según las condiciones. Consiste en
calentar el alimento a 72º C durante 15 ó 20 segundos y enfriarlo rápidamente a
4º C. Este tipo de procedimiento se utiliza sobre todo en la leche y en bebidas
aromatizadas con leche, así como en zumos de frutas, cervezas, y algunas pastas
de queso. Estos productos se envasan en cartón parafinado o plastificado y en
botellas de vidrio. Los alimentos pasteurizados se conservan sólo unos días ya
que aunque los gérmenes patógenos se destruyen, se siguen produciendo
modificaciones físicas y bacteriológicas. Esterilización:
Calentar alimentos a Tª elevadas y durante un tiempo suficiente para destruir
toda la actividad microbiana y enzimática. Estos alimentos van a poseer una
vida útil > a 6 meses. Consiste en colocar el alimento en recipiente cerrado
y someterlo a elevada temperatura durante bastante tiempo, para asegurar la
destrucción de todos los gérmenes y enzimas. Cuanto más alta sea la temperatura
de esterilización menor será el tiempo. A 140º C el proceso dura solamente unos
segundos. El valor nutritivo de las conservas, debido a las condiciones de
fabricación y el reducido tiempo de calor, es bastante óptimo, ya que no existe
alteración de proteínas, carbohidratos ni lípidos. La vitamina C de las
verduras se conserva en más del 50% y en el 95% en las frutas y zumos de
frutas. Las vitaminas del grupo B se preservan en un 80% y las vitaminas
liposolubles A, D, E y K, sensibles a la luz y al aire, quedan protegidas en
los recipientes opacos y herméticos (los envases de vidrio, debido a que dejan
pasar los rayos ultravioletas, perjudican a las vitaminas en su conjunto).
Tratamientos
relacionados con las radiaciones: Las radiaciones son formas de energía que se
transmiten a través del aire. Pueden ser partículas u ondas electromagnéticas,
siendo estas últimas las más interesantes en la conservación de los alimentos.
El propósito de las radiaciones es diferente (secado, esterilización,
destrucción de gérmenes patógenos, escaldado...) dependiendo del grupo de
alimentos sobre los que se apliquen, ó según el tipo de radiación aplicada.
Métodos
Químicos:
los cuales indican la adición de sustancias químicas “aditivos”, los cuales
prolongan la vida útil, bien porque los protege frente a la acción de los
microorganismos Cconservadores), o frente a deterioros debido a reacciones de
oxidación(antioxidantes). Los aditivos alimentarios, pueden definirse como
sustancias que se añaden intencionadamente a los alimentos, sin propósito de
cambiar su valor nutritivo, teniendo como finalidad modificar sus
características, técnicas de elaboración, conservación y/o para mejorar su
adaptación al uso a que son destinados. Las razones para utilizar los aditivos
en los alimentos son; Economía: menor
coste. Conservación: prolongar su
vida útil. Mejora: mejorar sus
características organolépticas o su valor nutricional.
Consiste en eliminar al máximo el
agua que contiene el alimento, bien de una forma natural (cereales, legumbres)
o bien por la acción de la mano del hombre en la que se ejecuta la
transformación por desecación simple al sol (pescado, frutas...) o por medio de
una corriente a gran velocidad de aire caliente (productos de disolución
instantánea, como leche, café, té, chocolate… ).
Las
conservas:
Son un mecanismo de conservación indirecto en el que se usa como envase el vidrio
o la hojalata fundamentalmente y permite aislar el alimento para preservarle de
la contaminación y evitar fenómenos oxidativos.
¿Cómo se
deben utilizar las conservas? Se debe evitar el aclarado de los alimentos en conserva, ya
que esto conlleva una pérdida de los minerales que hay en el líquido de
conserva. El líquido de la conserva contiene sales minerales y vitaminas. Salvo
contraindicación, se puede añadir a una salsa o sopa. No se debe recocer un
alimento en conserva, es suficiente recalentarlo poco tiempo. Una conserva
abierta se estropea rápidamente como cualquier alimento ya cocido, es necesario
consumirla pronto. Cuando no se utiliza todo el producto, se transvasará el
resto a otro recipiente y se guardará en lugar fresco, tapado y al abrigo de la
luz. Las conservas envasadas en vidrio, no son de mejor calidad (aunque si
suelen ser más caras) ya que están empobrecidas en vitaminas por estar
alteradas por la luz. Las conservas deben guardarse en lugar fresco. La
cantidad de vitamina B disminuye rápidamente si la leche se guarda a
temperatura ambiente. No deben comprarse latas oxidadas o abolladas: pueden
tener fisuras o contaminación interna. Limpiar la tapa de las latas antes de
abrir y también el abrelatas. El sonido que se produce al abrirlas, como un
soplido, es normal, ya que se han llenado calientes al vacío, y al abrirlas, el
vacío aspira el aire. Las semiconservas, de conservación limitada, deben llevar
en la etiqueta "guardar en frío" y la fecha de consumo preferente
expresada por el mes y el año. Se trata de algunas cremas o pastas para untar,
mantequilla, margarinas, etc.
Etiquetado: Información al consumidor
El objeto de la etiqueta en cualquier tipo de producto es suministrar a los
consumidores una serie de informaciones útiles sobre el género. Estas
informaciones deben ser enunciadas en términos claros, bien visibles y
fácilmente legibles. Algunas de ellas son: modo de preparación, condiciones de
almacenamiento correctas, vida útil, almacenado en buenas condiciones, etc.
Reglamentación sobre el etiquetado
Contenidos obligatorios en la
etiqueta
La información obligatoria debe
figurar en el envase o en una etiqueta unida al mismo de forma que resulte
comprensible, fácilmente visible y claramente legible. En la etiqueta tiene
siempre que aparecer el nombre del producto y el nombre y domicilio del
fabricante, envasador o vendedor. En la mayoría de los casos también debe
aparecer la lista de ingredientes, la cantidad neta, la fecha de consumo
preferente o la de caducidad y el lote de fabricación. Ciertos productos deben
indicar las condiciones especiales de conservación y modo de empleo y algunos
pueden llevar un etiquetado nutricional (valor medio por cada 100 g de producto
escurrido) para que el consumidor conozca sus cualidades alimenticias tales
como valor energético, hidratos de carbono, proteínas y grasas.
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